Estás en tus primeras clases de ballet, y te preguntarás: «¿Qué significan todos esos nombres raros que dice tu profesora?» Pues vamos a explicártelo.
En tus primeras clases de ballet, aprenderás pasitos de forma lenta y con mucho cuidado. Te enseñaremos movimientos acompañados de música para ayudarte a tener coordinación. Estos movimientos se basan en cosas naturales, tales como caminar, correr, brincar y saltar.
El ballet como arte no solo te ayuda con tu cuerpo, sino también con tu mente. Dando clic aquí podrás leer sobre los beneficios del ballet para l@s niñ@s.
En cada paso nuevo que aprendas, usarás las posiciones básicas de ballet. Todos los bailarines, incluso los más célebres, utilizan exactamente las mismas posiciones a diario. Pueden realizar los más expresivos y hermosos pasos, pero siempre con estos pasos como base.
Posiciones básicas del ballet
El ballet clásico se basa en cinco posiciones de pies y con sus correspondientes posiciones de brazos y manos, que no admiten ninguna variación.
Posiciones de los pies:
Primera posición de pies.-
Los pies están completamente apoyados en el suelo, los talones en contacto y las puntas hacia fuera, de modo que los ejes de los pies forman una línea recta. Las piernas están estiradas y en contacto.
Segunda posición de pies.-
Los pies se giran igual que en la primera posición pero con las piernas algo separadas. El espacio entre ellas debe ser equivalente al de un pie.
Tercera posición de pies.-
El talón de un pie se pone contra la parte central del otro. La tercera posición de pies puede hacerse con la pierna izquierda o derecha adelante, de acuerda a la necesidad.
Cuarta posición de pies.-
Los pies se cruzan de modo que el talón de un pie se encuentre a la misma altura que los dedos del otro y viceversa. Se debe dejar un espacio entre los pies equivalente al largo de un pie.
Quinta posición de pies.-
Los pies se cruzan de modo que el talón de un pie toque el dedo del otro y viceversa.
Posiciones de los brazos:
Primera posición de brazos.-
Coloca a los brazos al frente en una forma oval, con las manos curvadas y los dedos agrupados con elegancia y naturalidad. El dedo medio se curvan a un poco más que los otros. Relaja los pulgares para que no se levanten.
Segunda posición de brazos.-
Abre los brazos de forma amplia pero mantenlos en línea con los hombros, ligeramente curvados, con cuidado de no dejar caer los codos. Los dedos han de aparecer delicados y suaves.
Tercera posición de brazos.-
Ante en brazo curvado delante de ti, ligeramente adelantado respecto a la cabeza. El otro, extendido y ligeramente curvado, para ayudarte, imagina que algo te sostiene los dedos y el codo.
Cuarta posición de brazos.-
Levanta un brazo un formando una curva graciosa ligeramente por delante de la cabeza. El otro, extendido y un poco curvado. En todas estas posiciones conserva encogidos los músculos del estómago y del trasero, la espalda recta y los hombros horizontales y relajados.
Quinta posición de brazos.-
Levanta ambos brazos en una forma oval, enmarcando la cara, pero sin mover los hombros. Sin alzar la vista, debes saber que tienes los dedos ligeramente por delante de la cabeza.